Mientras sus jugadores calentaban en la pista central del Martín Carpena, Darío Magro y el micrófono oficial de World Pádel Tour daban la bienvenida a Manolo Jaén, entrenador de la auténtica revolución de los octavos de final; el portuense, Miguel Benítez y el sevillano, Gonzalo Rubio.
“Venimos con mucha ilusión. Este partido es una gran oportunidad para seguir mejorando. Nuestra intención es repetir más veces estas rondas, tanto Juan como Ale son jugadores que te llevan al límite, vamos a intentar con mucho esfuerzo ponérselo complicado”, señalaba el entrenador y director de Way Pádel Academy.
El jerezano guiaba a sus pupilos, los relajaba, alentaba y animaba
La dupla andaluza que comenzaba desde previa y eliminaba a Marcello Jardim-Chico Gomes y a Juani Mieres-Álvaro Cepero, era la segunda vez que competía de forma conjunta protagonizando en la pista central del pabellón un auténtico partidazo. Dejando atrás a Juan Lebrón y Ale Galán.
Desde el banquillo los seguía Manolo Jaén que no perdía detalle de lo que se estaba viviendo en Málaga. Con mucha templanza y sin perder la calma el jerezano guiaba a sus pupilos, los relajaba, alentaba y animaba guiando un perfecto plan de ejecución que los jugadores llevaban a la acción.
“El foco lo tenemos puesto en nuestro rendimiento independientemente del escenario de jugar contra los números uno, son cosas externas que dentro del objetivo que tenemos pasan a ser secundarios. Gonzalo está haciendo muy buen trabajo con Gastón y Mati. Y yo con Miguel intento hacer lo mismo.
Estamos enfocados en que ellos mejoren individualmente, llevan un par de torneos juntos y la verdad que han empezado a cuadrar muy bien. Pero lo bueno es que el equipo cuando se reúne ve que hay mucho margen de mejora”, expresaba el entrenador.
Cuando Benítez y Rubio firmaban el último punto, ese que los llevaba en volandas hasta el pase a cuartos tras haber derrotado a los reyes del pádel mundial, Jaén respiraba.
Un respiro con sabor a triunfo porque cuando las cosas se hacen bien los resultados llegan y Miguel Benítez demostró ayer ante un escenario a rebosar que es su momento.