Estas figuras del futuro, que ya son el presente del pádel mundial, se mezclan aún con viejas glorias de este deporte que dan sus últimos coletazos en el circuito profesional. Cuando los primeros genios de este deporte fueron colgando la pala, mucho se hablaba del «recambio».

Por el camino han quedado los Gattiker, Lasaigues, Auguste, Piñón, Semprún, Arias y el más reciente Gastón Malacalza. Y sin ellos el pádel ha seguido creciendo y evolucionando. Por orden generacional, los próximos en dejar las pistas serán los Juan Martín Díaz, Lahoz, Jardim, Reca, grandísimos jugadores que aún dejan huella y aportan su experiencia a los novatos.

Tal es el caso del brasileño Marcello Jardim o el franco-argentino Gaby Reca. El primero ha encontrado renovadas ilusiones junto a Franco Stupazuck, el segundo experimenta algo similar junto al gaditano Juan Lebrón.

Lebrón: Debo controlar mi ansiedad

Caso similar es el del gaditano Juan Lebrón. Cuando recibió el llamado del mítico Gaby Reca no lo dudó, se le presentaba la oportunidad de jugar ante una de las leyendas de este deporte.

Recién en el último torneo celebrado en Las Rozas tuvieron la ocasión de meterse en los cuartos de final, pero el balance es más que positivo. “Los resultados nos están acompañando y debemos continuar en esta línea. Nos queda el sabor amargo de haber perdido en los cuatro torneos contra la misma pareja, la número 4 del ranking, habiendo tenido nuestras oportunidades en la gran mayoría de los partidos, tal vez la más clara en Las Rozas”, dijo el joven gaditano que tiene 21 años y ocupa el puesto 23 del ranking World Pádel Tour.

Al hacer una valoración sobre su compañero, Lebrón dijo que “nos hemos acoplado muy rápido y me brinda mucha seguridad. Su juego me viene muy bien, la táctica que tiene me permite sacar a relucir mis mejores armas”.

El jugador andaluz fue muy autocrítico, al destacar que “debo mejorar y controlar más mi ansiedad. Gracias a mi psicólogo y al gran equipo de entrenadores es algo que ido mejorando, pero soy consciente que debo tener más paciencia en determinados momentos del partido. Gaby me aporta muchísimo en este sentido”.

Cuando el fatídico accidente de tráfico que costó la vida a principios de año a una de las grandes promesas del pádel mundial, Elías Estrella, y dejó con graves secuelas a Martín Di Nenno, su inseparable compañero Franco Stupaczuk tuvo que afrontar la difícil decisión de elegir con quién jugar.

La primera opción fue Gaby Reca, quien iba a jugar en este 2016 precisamente con Elías Estrella. Las negociaciones se fueron dilatando y finalmente llegó la opción de formar pareja con Marcello Jardim.

“No era un buen momento y tanto a mí como a mi familia nos convenció esta posibilidad de jugar con Marcello. La verdad que no pensé que los resultados llegaran tan rápidamente, pero hemos tenido un comienzo buenísimo”, dijo el jugador chaqueño.

Reconoce que a priori el objetivo que se trazaron era estar en los cuartos de final, algo que han conseguido en los tres primeros torneos (Gijón, Valencia y Barcelona), cayendo únicamente ante las dos mejores parejas del circuito. Ahora, con estas buenas sensaciones “hemos incrementado nuestra meta y queremos estar entre las ocho mejores parejas”, destacó.

Sobre su compañero, Stupaczuk dijo que “lo que más me ha sorprendido es lo inteligente que es en la pista, la víbora que tiene y su concentración. Además me permite jugar más suelto, puedo tocar más bola y eso me brinda confianza. Con Martín no me podía desordenar tanto (risas)”.

En cuanto al nivel exhibido por otros jugadores de su generación, Lebrón no dudó en señalar a Alex Ruiz y Mati Marina como los más relevantes. “Acaban de ganar el Challenger de Lisboa, fueron finalistas en el Campeonato de España y además han ganado a la pareja 3 del ranking. Se complementan muy bien y es difícil ganarles”.

Ruiz-Marina de menos a más

Tras el varapalo de haber pedido la final del Campeonato de España, donde eran claros favoritos, Alejandro Ruiz y Matías Marina se reencontraron con el éxito el pasado fin de semana al adjudicarse el primer Challenger de la temporada en tierras portuguesas.

Este inicio de temporada estuvo marcado por los altibajos de esta pareja. En Gijón cayeron en octavos de final ante Cepero-Lijó, luego en Valencia poco pudieron hacer ante los número 1, Belasteguín-Lima, y fue en Barcelona donde alcanzaron su mejor resultado, llegando a los cuartos de final tras eliminar a Matías Díaz y Maxi Sánchez, quienes venían de ser finalistas en los dos primeros torneos.

Tras la victoria en Lisboa, Marina reconocía que “recién ahora me siento bien, recuperando mi nivel, siendo más competitivo tras la lesión”. Algo que compartió su compañero destacando que “es difícil superar lo que vivimos en 2015 donde tuve que cambiar hasta tres veces de pareja”.

Precisamente sobre los altibajos que han sufrido en este comienzo, Marina explicaba que “eso lo iremos superando con más partidos, más torneos, recuperando la confianza con victorias como esta de Lisboa”

“Hay que tener en cuenta que llevábamos ocho meses sin jugar juntos y recién ahora estamos sumando horas en pista. El ganar te da confianza y eso nos permitirá ser más competitivos contra parejas de mejor ranking”, agregó Ruiz.

Son los apellidos del futuro que ya brillan en el presente. Poco a poco se van convirtiendo en el espejo de futuras generaciones tal y como lo han sido Lasaigues-Gattiker, Díaz-Belasteguín, Reca-Nerone, míticas parejas de este deporte.