La fiebre del pádel

¿Por qué todo el mundo juega al pádel? Poco a poco hemos visto que las personas de nuestro alrededor se iban sumando a la práctica de este deporte mientras otras nos preguntábamos ¿qué tendrá de especial?

Imagen / Pádel Delegación Cádiz.

Pues muchas cosas, porque cada vez más personas se animan a coger la pala y reservar una pista. Lo mejor de todo es que lo practican indistintamente personas de todas las edades. Esto ha permitido que en muchos círculos de amistad el pádel haya llegado para quedarse, por lo que parece, durante un tiempo largo. Desde jóvenes hasta personas de más de 65 años alquilan cada día cientos de pistas en toda España.

Uno de los misterios del pádel que ha hecho que sea atractivo y lo quiera practicar tanta gente es su facilidad para comenzar. El reto inicial, que es lo que normalmente tira para atrás a las personas poco acostumbradas a deportes intensos, es relativamente sencillo. Enseguida te das cuenta de que es fácil devolver la pelota. Si no le das, ves que muy lejos no se puede ir y que en menos de quince segundos ya la has recogido y vuelto a poner en funcionamiento. Imagínate ahora tu primer día de tenis. O el segundo, o el tercero… Reconócelo, la pelota estaba más tiempo en el suelo que pasando la red de un lado a otro. Aunque el tenis goza de buena salud, es cierto que cada vez más personas decididas a iniciarse en un deporte con raqueta, lo han hecho con el pádel.

Esta fiebre del pádel la vemos en la construcción de nuevas pistas y también en los grandes almacenes dedicados al deporte donde la sección de pádel va ganando territorio a la de tenis: existe la demanda y va in crescendo. Según el Consejo Superior de Deportes, el pádel es el octavo deporte más practicado. Del total de la población que practicó deporte durante 2015 el 16% jugó al pádel, por detrás del ciclismo, el fútbol y la natación, pero superando al tenis en dos puntos. Si además buceamos en las licencias federadas, hace veinte años había 3.000 licencias y el año pasado se registró una cifra de 49.000. Un crecimiento sin comparación con otras disciplinas deportivas. Comparado con el tenis, en el mismo periodo de veinte años ha pasado de 95.000 a 110.000.

Ya conocemos algunos de los motivos de la fiebre del pádel y puede que nos hayamos motivado aún más para empezar a jugarlo. Si es así, recuerda que como con cualquier práctica de ejercicio tenemos que hidratarnos durante el partido y después, porque puede que con la diversión no seamos conscientes, pero sudamos y nuestro cuerpo necesita hidratarse.

Teresa Romero

Periodista experta en Pádel

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