La marca Naffta ha sido galardonada con el Dedal de Oro 2016 por su excelencia en el diseño en moda deportiva
Marc Jacobs, Louis Vuitton, Pronovias o Purificación García tienen una cosa en común con la empresa gallega Naffta, radicada en Vigo y dedicada a la moda deportiva. Todas ellas han conseguido en algún año la distinción Dedal de Oro, que se otorga cada ejercicio a una compañía por «su excelencia en el diseño». En el caso de la empresa olívica, hay un doble mérito ya que consiguió el Dedal el pasado año y en este 2016 repite. Supone una gran noticia para una firma que prepara su desembarco en México donde está muy avanzado, mientras decide si el segundo objetivo será Chile o Argentina, dependiendo de la negociación con distribuidores especializados.
En Europa, los dos mercados a donde arribará este año son Alemania y Francia, mientras continúa potenciando en España su presencia. De hecho, en enero, acudieron por primera vez a Ispo Munich. «Es el punto de referencia mundial -la mayor feria sobre el deporte en el mundo- y es muy complicado conseguir un stand, que te dejen un hueco. Ha venido mucha gente. Al vestir al equipo de la Copa Davis, estamos teniendo mucha difusión en ese sentido», apuntó el consejero delegado de la empresa gallega, Miguel Ángel Sainero.
Este gestor recogió el Dedal en la noche de ayer en el Westin Palace Hotel de Madrid. Unas horas antes, aseguraba a este diario que «teniendo en cuenta todas las marcas deportivas que hay en el mercado, recibir este premio es un orgullo para nosotros, sobre todo para Galicia y para Vigo en particular».
Sainero también hizo referencia al aniversario especial de Naffta en este 2016 . Aprovechando este aniversario redondo, «haremos alguna colección pequeña y conmemorativa de esos 20 años». En esa colección, habrá tanto ropa para mujer como para hombre. «Como ya vestimos a Rafa Nadal, vamos a lanzar una línea para esta primavera-verano. Serán pocas cosas. Cada vez que hacemos algo nuevo, lo evaluamos con profesionales durante un año antes de sacar el producto. Es ropa técnica y hay que asegurar la calidad», añadió Sainero quien, con su nuevo equipo gestor tomó las riendas de Naffta para sacarla del concurso de acreedores, sanearla y reflotarla.
«Mi idea -explicó- es que la gente que trabaja en Naffta tenga una estabilidad laboral, cosa que, hasta ahora, nunca tuvo. Ahora mismo estamos entorno a 24 personas internas y 12 externas, unas 36. La mayor parte de la producción se hace en Vigo y en Europa (Norte de Portugal, Cataluña). Lo que no se puede hacer en España lo derivamos a otros mercados europeos. Siempre tuvimos muy claro que no queríamos ir a otro sitio que no fuese Europa».
Ante esta aseveración tan rotunda y que contrasta con la vía elegida por la mayoría de las empresas del textil españolas que externalizaron su producción a Asia años atrás, surge una pregunta obligada: ¿Por que no China?
«En China se fabrica bien. Hay una parte que fabrica barato y otra que fabrica bien. El problema es que queda lejos y, a veces, hay que cumplir unos plazos. En nuestro caso, tienes que estar muy encima de la materia prima ya que es ropa técnica: cómo se hacen los hilos, cómo estira y se encoge la tela, el relax que tiene 48 horas, cómo queda el corte en la tela. Tienes que estar casi cada día controlando estos detalles. A nosotros, nos gusta tener la producción muy controlada», confesó este vigués de adopción nacido en Madrid pero de ascendencia gallega al que le gusta practicar deporte, incluida la alta montaña. «Tienes que tener una hora para ti y practicar deporte porque equilibra la mente, desestresa y hace ver las cosas de otra forma. El deporte es salud», concluyó.