Pablo Lima: «El obejtivo para 2016, es acabar los partidos e ir al hotel o a cenar, pero no al hospital»

World Pádel Tour ha estado en la casa de Barcelona de Pablo Lima. Allí el brasileño se recupera de la lesión de radio que le ocurrió en el partido de semifinales del Master Final. Es la tercera lesión que sufre en poco más de un año.

La primera ocurrió en noviembre de 2014. Una pubalgia le hizo abandonar en las semifinales del Open de Valencia cuando jugaba al lado de Juani Mieres contra Paquito Navarro y Maxi Grabiel. Sin saberlo ese iba a ser su último partido al lado del bahiense. Y le costó una larga recuperación para la que tuvo que poner todo su empeño.

Pablo Lima en su casa de Barcelona. Imagen / WPT.

Lo hizo en Barcelona empezando nueva vida con Fernando Belasteguín. Apenas les había dado tiempo a entrenar juntos y arrancó  la temporada 2015. Y en el primer torneo, precisamente en la ciudad condal, una lesión en el hombro también en semifinales hizo que tuviera que ausentarse en las dos pruebas siguientes.

Una recuperación que preparó al lado de Tony Martínez, hasta ahora preparador físico de Bela, pero desde diciembre se había convertido en el suyo propio. Sin apenas conocerlo, Pablo se encomendó a sus manos para estar a punto lo antes posible. Y en esta lesión en el hombro todo el equipo se puso una vez más manos a la obra.

Con cierta preocupación y sobre todo con mucha presión, Pablo veía desde casa como Fernando estaba ganando contra todo pronóstico junto a Willy Lahoz. Si cuando él regresaba no se daban los resultados, el de Porto Alegre sabía que todos los focos lo apuntarían a él como el culpable de las derrotas del número uno del mundo.

Pero se recuperó, y desembarcó en Río Gallegos como un huracán. Con garra se hizo con el primer título al lado de Bela. Primer objetivo cumplido. Argentina fue el primero de 10 títulos más que iban a cosechar juntos. Llegaron al Master Final de Madrid invictos. Y llegó de nuevo la jornada de semifinales. Los número uno tenían muchas ganas de saltar a la pista a rugir como ellos saben hacer. Acababan de perder el invicto en la jornada anterior. No se jugaban su clasificación, era precisamente un partido que podían perder. Pero como muchos saben, odian la derrota y manchar su inmaculado expediente. Las 4 mil personas que abarrotaban el pabellón 9 sabían que iban a vivir un duelo épico.

La mala fortuna se cruzó en el camino del brasileño por tercera vez. La maldición del Master parece no tener fin para estos dos jugadores. Los gestos de dolor de Pablo hicieron estremecer a todos los presentes. El martes siguiente lo operaron del radio. 25 grapas. 60 días de recuperación.

Pablo abre las puertas de su casa a World Pádel Tour, acompañado de su inseparable Paula, su mujer. Y les sorprende con una sonrisa. No olvida la contrariedad de su destino, pero reconoce que esta lesión le preocupa menos porque al ser zurdo, y tratarse de la mano derecha, no le va a impedir pegar y moverse como sí lo hicieron las otras dos.

El año en el que juega con el número uno del mundo y en el que más éxitos logra de toda su carrera deportiva, empieza y acaba la temporada de la peor manera posible. Pero es de la opinión de que lo que no te mata te hace crecer. Y ya tiene experiencia en estos lares.

No le faltan apoyos. Los mejores médicos y el mejor equipo los tiene en casa. Su mujer y sus entrenadores que no lo dejan sólo ni un minuto. El día que lo visitamos, comienza la rehabilitación. Muy liviana. Se trata tan sólo de ejercicios de movilidad. Lo acompañan hasta su club y se encuentran a  Marcela Ferrari, Miguel Sciorilli y Tony Martínez que ya lo tienen todo bien atado. Tienen bien atado cómo proceder a la recuperación y cómo preparar la pretemporada dadas las circunstancias. Y entre ellos aparece un artista invitado. El propio Fernando Belasteguín que nos sorprende con una llamada telefónica para poder saludar a su compañero, y preocuparse por su estado. El argentino se encuentra estos días en su Pehuajó natal pero sigue al detalle la evolución de Pablito.

Nos vamos con la sensación de tranquilidad que nos infunden todos. Antes de despedirnos le preguntamos a Pablo si ha pensado en cambiar algo su estilo de juego para no lesionarse de nuevo. Si quizás lo vamos a ver más conservador dentro de la pista.

Su respuesta es rotunda: “No sé jugar de otra manera. Cuando salgo a la pista voy a por todas las bolas con garra porque es mi estilo y no sé hacerlo de otra manera”.

Eso sí, tiene una clara intención para 2016. “El objetivo para este año es acabar los partidos e ir al hotel o a cenar, pero no al hospital”.

Nuestra visita en Barcelona nos deja buenas sensaciones. Tendremos Bela-Lima para rato esta temporada. La semana que viene les enseñaremos cómo han orquestado la pre- temporada, el equipo técnico de la mejor pareja del circuito.

Teresa Romero

Periodista experta en Pádel

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